Todo ocurrió durante el partido de eliminatoria entre Dinamarca y Suecia del grupo F rumbo a la Eurocopa, el marcador se encontraba 3-3, Dinamarca había remontado un 0-3, (lastima, según las crónicas el partido estuvo buenísimo) las posibilidades de calificarse seguían vivas para los vikingos y a falta de escasos minutos de que terminara el encuentro el sevillista Poulsen golpea a Rosenberg inexplicablemente provocando un claro penal y su expulsión.
El incidente despertó la ira del "aficionado" de 29 años que saltó al campo e intento agredir al árbitro alemán.
La verdad pobre wey si ha de estar sufriendo cabrón, que todo el mundo te tache de idiota no ha de ser fácil, el tuvo la culpa de todo (bueno el alcohol) pero aun así a nadie le gustaría estar en sus zapatos ahora, el tipo esta arrepentidisimo.

"La gente en Dinamarca me odia. Ignoro cuál es la reacción en Suecia, más allá de que deben estar pensando de que soy un idiota".
"Fue algo insólitamente estúpido de mi parte".
"Le quiero pedir disculpas a Dinamarca, Suecia y al árbitro por mi comportamiento inhumano".
El danés, que reside en Suecia, admitió que bebió entre 15 y 20 cervezas antes de irrumpir a la cancha.
El incidente despertó la ira del "aficionado" de 29 años que saltó al campo e intento agredir al árbitro alemán.
La verdad pobre wey si ha de estar sufriendo cabrón, que todo el mundo te tache de idiota no ha de ser fácil, el tuvo la culpa de todo (bueno el alcohol) pero aun así a nadie le gustaría estar en sus zapatos ahora, el tipo esta arrepentidisimo.

"La gente en Dinamarca me odia. Ignoro cuál es la reacción en Suecia, más allá de que deben estar pensando de que soy un idiota".
"Fue algo insólitamente estúpido de mi parte".
"Le quiero pedir disculpas a Dinamarca, Suecia y al árbitro por mi comportamiento inhumano".
El danés, que reside en Suecia, admitió que bebió entre 15 y 20 cervezas antes de irrumpir a la cancha.


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